14 julio 2012

La neuroticas (también) somos lo máximo
estresadas,
insomnes,
ojerosas,
imperativas
acogojadas

Hay Segismundo ¡Cuánta vanidad!

10 julio 2012

05 julio 2012


PARA INTENTAR EL AMOR PASAJERO




PARA INTENTAR EL AMOR PASAJERO

es necesario borrar el pasado,

no decir nombres,

inventar lugares y personas:

“señora sin tiempo y sin espacio”,

“caballero del pene sin historia”,

“vagina estelar”, “culo del cielo”,

“señora de la luz adormecida”,

“príncipe de las penetraciones”,

“senos que todo lo dicen”,

“ojos que callan”,

“corazón que no siente”,

“pantera”, “gata”, “cerdo”,

“burro incansable”, “olor”,

“cisterna abierta”, “áureos cojones”,

“coño de las consolaciones”,

“soledad para la soledad”,

“felicidad sin nombre” ,
“compañerita de los recreos”,

“sombra mía”, “sombra tuya”,

“todo y nada...”,

y refugiarse en la casa del sexo,

llevando entre los dientes

un caudal de adjetivos delirantes.
Lo único que debe ser real

son los cuerpos libres

para el encuentro y el desencuentro,

el tibio escondrijo,

los lugares ocupados
por el olor carnal,

el lecho del tamaño del deseo

para intentar todas las caricias

y confundir las pieles

en el largo sudor

que resplandece
en la media luz

de las cortinas de la tarde.
Intentarlo, intentarlo,

aunque al final de todo

venga la muerte

a descascarar su risita irónica

y las calles se borren

y el cuarto de los secretos

flote vacío en la noche de la ciudad.

Nada pasó: los que se conocieron

eran desconocidos

y ese amor de instantes

fue un tango absurdo

en el salón tenebroso;

un bello salto en el vacío.


HUGO GUTIÉRREZ VEGA

TOMADO DE: http://www.fomentar.com/Jalisco/Antologia/1930-1939.php

04 julio 2012


Hay cuerpos que los amamos por su belleza inevitable, hay otros cuerpos que los amamos por sus carismáticos movimientos y hay otros que amamos y no olvidamos nunca. 
Hay cuerpos como piedras en el océano.
Me molesta tanto la palabra heroína como la de poetiza.... Es mero rencor a la etimología.

02 julio 2012

A México PRI y circo...

Aquí en México nos gusta el masoquismo y el saqueo. Primero nos ultrajaron, luego vendieron nuestro bienes, nos quitaron los vestidos y por último nos violaron. Y ahora no las dejan ir por el culo, sí así, SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, pero lo único que hacemos es bajar la cabeza y aguantar el trancazo.
Así es México, mi México, el que se acostumbró al verdugo del PRI y ahora lo extraña y pide su regreso.

Sufro más que indignación, sufro impotencia pero sobre todo asco. Esta elección pudo ser la luz en el camino y ahora todo se torna oscuro.

¿Qué sigue? Me preguntó una amiga.
Yo no sé lo que sigue. Sólo sé que estoy cansada, harta, asqueada.





He vuelto