01 abril 2011

Hoy decidí escribir poesía pero no me sale.
Leo a Castellanos y descubro que este amor invade y se expande desde la punta de mi cabello negro hasta mis uñas pintadas.
 Duele la entraña abierta
Revoluciones y más revoluciones. Mundo simple/confuso/apasionado. No encuentro razón al olvido. Los días pasan como agua por mis manos. Es una oleada el despertar.
 “¿Alguien ha visto al que mi alma amó?”
Lo diré:
Ven y tómame como un dulce vino caliente. Tómame en la mañana o en la noche, no temas lastimarme, la continuidad no será entre nosotros.

Nada importa, no soy , ni seré, Patria perpetuada.
"La amaba con ese amor que no conoce frenos ni límites; la amaba con ese amor en que se busca el goce y sólo se encuentran martirios, que se asemeja a la felicidad y que, no obstante, diríase que lo infunde el Cielo para la expiación de una culpa".

Bécquer

He vuelto