Así es México, mi México, el que se acostumbró al verdugo del PRI y ahora lo extraña y pide su regreso.
Sufro más que indignación, sufro impotencia pero sobre todo asco. Esta elección pudo ser la luz en el camino y ahora todo se torna oscuro.
¿Qué sigue? Me preguntó una amiga.
Yo no sé lo que sigue. Sólo sé que estoy cansada, harta, asqueada.