27 junio 2012

¡Termina de irte por favor que me estás matando!

ÚLTIMO AMOR


ÚLTIMO AMOR

Rómulo Pardo Urías
Quiero que seas mi último amor
así como el primero pero el último
así como el segundo pero el último
así como el tercero y el quinto
pero quiero que seas mi último
pedazo de almohada sobre la faz de la tierra
para soñar y cantarte
para esperarte
para desearte toda la vida
todos los días que tengamos por delante.
Quiero que seas mi último amor
como el primero pero el último
como el sonido, como el silencio,
como el estruendo del mar,
como tu nombre de luna llena
como tu ombligo de estrella
pero que seas mi último amor
quiero que seas
nada más para que seas como ninguno otro
amor haya tenido sobre la faz de la cama
y que seas la almohada donde imagine
sentir la calma, frenar la astucia, poner distancia
a la pesadilla, dislocando de ternura
el embalaje soberbio de mis angustias.
Quiero que seas mi último amor
para olvidarme que amé antes de ti
contigo sin ti buscándote extraño
por los pasajes sombríos
de infinitas guerras pasionales
y nostalgias enfermizas
y que sin ti no hubo filo de tiempo
ni daga o cuchillo
que fuera certeza de vida
pulsión instintiva
fuerza, acción y contracción inesperada
o parto prematuro o aborto seguro
o baladas compuestas y neuróticas fiestas
con chochos psiquiátricos y ácidos cruentos
y viajes orientales sin geishas
y templos ancestrales de impulso mortuorio
y fin de orquesta y cariños fríos y exigencias feas.
Quiero que seas mi último amor
porque si hay uno primero
yo quiero que seas el último
para olvidarme que ame antes de conocerte
y que al amarte olvido cuanto antes haya amado
porque sin ti no habría sido posible
cantarle al venado su canto de cuna
ni ver en el cielo la luz entibiada
del sol en tu nombre de luna
llena de mieles insospechadas
y no de caricias amargas
llena de aliento y de alegría
y no de falsa palabrería
llena tiempos, llena de espacios
de cuales todos yo quiero optar
por ser contigo el último tiempo
el último espacio donde perdure
el dulce golpe de besos ciertos
de besos vivos
de besos nacientes
de besos poblados
de besos golosos
de besos soñados
de besos y colores
como mariposas en el vientre
como chocolates derretidos
como llanto compartido
como este silencio vivo
que todos los días me dice
quiero que ella sea tú último abrigo.
**Rómulo, lo encontré por ahí y quise publicarlo.

He vuelto