03 julio 2011

Ataque compulsivo de posesión II

Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,
Mío,

Ataque compulsivo de posesión

Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos
Mi casa, mis libros, mis zapatos

Hendidura

HENDIDURA

Hablo a través de la hendidura que respira por mi carne.
Escribo:
Se me antoja
la noche serena, el viento frío y,
¡un café caliente por favor!

He tenido
noches largas y vacías.
He tenido
poemas ausentes, orgasmos sin amor.

Ya no confío en el amor
confío  en el sexo
y recurro al olvido,
arma en la cual me refugio.

Hablo a través de la hendidura que respira por mi carne.
Casa habitada por dos es mi cuerpo:
Otredad asediada.

Me despierta el sinfin de silencios que llevo dentro
que guardo, que acumulo, que explotan.

He vuelto