Hoy decidí escribir poesía pero no me sale.
Leo a Castellanos y descubro que este amor invade y se expande desde la punta de mi cabello negro hasta mis uñas pintadas.
Duele la entraña abierta
Revoluciones y más revoluciones. Mundo simple/confuso/apasionado. No encuentro razón al olvido. Los días pasan como agua por mis manos. Es una oleada el despertar.
“¿Alguien ha visto al que mi alma amó?”
Lo diré:
Ven y tómame como un dulce vino caliente. Tómame en la mañana o en la noche, no temas lastimarme, la continuidad no será entre nosotros.
Nada importa, no soy , ni seré, Patria perpetuada.
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