Escribo por tensión, pulsión, por vocación.
Escribo porque no sé hacer otra cosa.
Me declaro culpable de toda culpa inconfesable.
Insomne, apasionada y otras tantas neurótica pero nada en serio.
30 marzo 2011
Después de esa charla con mi padre, el aire se hizo más denso...
No hay comentarios:
Publicar un comentario