II
Sandra ¿dónde están los recuerdos?
y los paseos en barco sin mares
o las caminatas sin calles.
¿Recuerdas un poquito? dime que sí recuerdas.
Que el resentimiento no lo cubrió todo y quedó una parte,
una hoja se pegó a tu cuerpo a la hora del baño de odio
Que aún eres débil y que puedo llegar al lugar que tocó la hoja
y hacerte recodar, lo bueno, sólo lo bueno.
Yo he llorado Sandra y entiendo,
entiendo y vuelvo a llorar.
¿Dónde estás?
Sandra Ausente,
Sandra Distante,
Sandra Sandra.
Anoche te casaste y arrojé la última moneda al pozo que no cumple deseos.
Siempre lo supe, tus verdaderos sueños no me los contaste nunca.
Si pudieras perdonar Sandra… Si pudieras…
Sólo tú sabes de la perfección que no existe en mi alma
ni existió, ni existirá.
Sólo tú pudiste conocer las profundidades de mis pensamientos
cuando completabas la frase que decía y yo reía.
Reía y era feliz a tu lado. Pero un día dejé de serlo.
Me duelen las ojeras de insomnio,
− juro que duelen−
Se parecen un poco a tus ojos hinchados.
Daré al olvido lo que es del olvido.
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