31 agosto 2012

¡Me dueles México!



Pertenezco a la generación del desempleo, la crisis mundial, la globalización, el hambre y la perdida de los derechos humanos. La generación del desencanto, la violencia, el individualismo  y el alias en la redes sociales, en la que cada vez lee menos y se sufre más.


Vivo la generación de la emisión inconsciente del plástico con chip, de la banca por internet que te mantiene atado a las compras y del ansiado futuro hacia la evolución tecnológica.
Vivo la geneneración que tiene miedo a compartir los espacios íntimos, la de la efervescencia de las relaciones sin compromiso por temor a la pérdida de la autonomía y del miedo terrible a la soledad, esa que permite no sentir el vacío de la pérdida del otro y hace del vacío un estado normal.
Vivo la generación  que vio, sin estar en guerra, la entrada del ejército en sus calles con temor y que ahora lo ve como algo normal, aunque lo justifican con ironía, cuando dicen que es una guerra contra el narcotráfico.
Vivo en la generación en que los periodistas son asesinados en sus casas, y la voz de resistencia se calla con cárcel o muerte.
Vivo la generación en que el freelancear es la nueva forma de trabajo, de los trabajos por contratos sin seguridad social. En que tener  un trabajo basificado no responde a las necesidades de la persona, es más bien un grillete unido a un sindicato en el cual las cosas son, y pareciera que serán así de por vida. 
Vivo la generación que conoció el 68 de oídas o de haberlo leído en algún lado o quizá y los más cercanos al movimiento son hijos de sobrevivientes. Vivo la generación sin conciencia histórica, sin procesos cerebrales en los cuales se haga la relación de nombres o figuras que han sido los vende patrias de México, que no se conecta cerebro y cabeza para idear una opinión propia sin que intervenga lo que dice la televisión y su comentarista estrella.

Vivo la generación que vio nacer niños los cuales son  educados por la televisión y en la que los políticos ganan sueldos cuales empresarios y los empresarios son los dueños de la nación.

Vivo la generación que está harta de los fraudes electorales, en que el dinero no alcanza, y eso no quiere decir que haya alcanzado antes, sólo recuerdo que cuando aprendí a ganar mi propio dinero, me sonaba lejano y casi incompresible como 1 peso pudo valer 1000. 

Vivo la generación del fastidio, de la apatía y la desmemoria.

¡Me dueles México! ¡Me dueles, me dueles, me dueles!

27 agosto 2012

Y la realidad es lo que es ... tus ideas tus ilusiones y lo que pasaron ya fue.
Es el recuerdo más bonito que tienes, la sensacion más cálida que te hizo sentir... no lo sé,  por eso te aferras.

by Sandra Galán

19 agosto 2012

Hay días, hay mañanas, hay cuerpos que no nos pertenecen. Están extraviados y alguna vez fueron nuestros, hay mañanas como hoy que no me reconozco.

16 agosto 2012

Eeva Kilpi


*****

Bueno, si de verdad
quieres una confesión,
Ahí va:
He tenido treinta y seis amantes
son demasiados
Tienes razón,
contesté,
Hubiese bastado con treinta y cinco.
Pero, cariño, el treinta y seis eres tú.
Bienvenido.


 *****
¿Te dejarías follar por quince euros?
 me dijo

en la parada del autobús a las 0.42
rodeados de calles vacías y congeladas.

Primero negué con la cabeza, pero luego le dije:

Por dinero no, pero si pasas la aspiradora y friegas los platos...

Entonces él, a su vez, se negó
y se dio la vuelta abatido para seguir su camino.



Eeva Kilpi (Hiitola, Carelia, Finlandia, 1928)
de Poesía Nórdica, antología y traducción de Francisco J. Uriz,
Ediciones de la Torre / Biblioteca Nórdica
http://www.poeticas.com.ar/Antologias/Poesia_Finlandesa/frame.html

08 agosto 2012

No es a ti a quien amo


Para continuar con el ensayo y error
sería fácil no ir de fiesta esta noche
y quedarnos en casa.
Abrir una cerveza o tomarnos un vino.
y luego,
hacer como que no pasa nada.

−¡Que me salves, te pido!

Se nos quedó el amor para otro viernes.
−Una vez más qué importa.

Sus caricias olvidadas: la carne que me daba
la furia y la ternura
−De eso nada.

No es a ti a quien amo.
Más y mejor no es lo mismo.


 El juicio no repara la herida. 


Así sea.



De: Días extraviados

07 agosto 2012


ALEGRÍA

Días extraviados

Vuelvo tras varios días sin escribir. Entre la rutina del trabajo, queriendo volver rutina al ejercicio, y al mismo tiempo huir de ella, se me han ido varios días.
Descubrí en estos día extraviados que perdir perdon no es tan difícil como pensaba. Me es necesario romper con el estigma que he creado de mí. Pensar que puedo ser otra, en otros zapatos y caminar por lo no andado.
Pedirme perdon a mí misma por haberme traicionado tantas veces. Pedirme perdon y perdonarme. Y caminar en mis zapatos también, como si fuera otra.

He vuelto