13 mayo 2012

Hay días en que una amanece rara y se duerme rara. Con ganas de gritar, de recorrer lo jamás habitado, con recuerdos perdidos en espacios azules y rojos y marrones. Hay días raros como este, en que una amanece rara y se duerme rara.


Sigo bajo tu mismo cielo, del que definitivamente, aún, no puedo huir.
Lo veo en tus ojos, tu cabello brilla más y luces más alto y tu piel te viste bien...

He vuelto